El pozo de brea.

Ya estoy mordiéndome el labio otra vez;
otra vez muerto en el sofá
con una espina clavada en el estomago.
¿La saco o la dejo?
¿Me enveneno o me desangro?
Ya estoy pensando en tí otra vez,
no aprendo, siempre me duele
más que la vez anterior.
La piel es cada vez mas suave
y más insensible.
Quiero acariciarte, quiero tocarte,
quiero hundirme en un pozo de brea,
no volver a verte para poder soñar contigo;
y quizá ni con eso vuelva a ser feliz.
Me duele el estomago.
No sé que hacer.
Te miro a los ojos
y solo me veo a mi.
Quizá ahí no haya nada;
o no sea para mi.
¿Qué hago contigo?
No sé dónde meterme
con todos esos planes para dos.
Cada día pienso más y duermo menos;
o vivo menos y duermo más.
Puede que así se acabe,
aunque sea poco a poco,
aunque abrace la espina
hasta que me llegue al corazón.
La inspiración no me llega casi ni para agradecer todo al Palacio.

Comentarios

  1. Quiero que deje de dolerte, quiero que vuelvas a respirar, que vuelvas a escupirle a la vida con esa media sonrisa, como de costumbre, que saborees cada bocanada de estrellas. Quiero poder ayudarte, aunque por injusticia no pueda. Pero siempre puedo seguir aqui, por si acabo sirviendo de algo <3

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

A ras de suelo.

La teoría de sus pestañas y otras cuestiones.